El Grupo Teatral La Estrella rinde homenaje a Juan María Van Drell“Usted puede ser un asesino” triunfa en Tres Cantos
Por Conrado Granado
El Grupo Teatral La Estrella, de la Casa de Castilla y León de Tres Cantos, quiso rendir un homenaje con la interpretación de esta obra a uno de sus miembros recientemente fallecido, Juan María Van Drell, el pintor de sueños de Tres Cantos, que formaba parte del grupo como decorador, organizador y montador de sus escenarios, ambiente, etcétera. Desde el anonimato que supone estar detrás del escenario, entre bambalinas, Van Drell supo imprimir a lo largo de los años su saber hacer, dejar impronta de su arte, de lo que quedaba constancia apenas abrirse el telón. Junto a su esposa y directora, Ángela Guerrero Estrella, gran profesional de los escenarios a lo largo de los años y directora del grupo, supusieron imprimir un ritmo, una interpretación a las obras de un grupo de actores aficionados que año tras año va dejando huella de su trabajo en los escenarios tricantinos.
En la IV Muestra Artística y Cultural (MAC) que ha tenido lugar en Tres Cantos durante el mes de abril, el día 20 le tocó el turno a este grupo de teatro de actores aficionados, que puso en escena la obra “Usted puede ser un asesino”, escrita por Alfonso Paso, que fuera estrenada por primera vez en el Teatro de la Comedia de Madrid el 27 de mayo de 1958. Cuando ya llevaba un tiempo de rodaje, el autor dijo acerca de la misma: “”Usted puede ser un asesino”, con más de 300 representaciones por las Provincias españolas, me ha producido muchas alegrías, quizá porque la escribí sin pensar en la función social, la generación nueva, la responsabilidad humana, etcétera, etcétera. La escribí simplemente pasando un buen rato y esto –sin duda-, ha de verse reflejado en la obra”. Una obra que a la hora de presenciarla puede resultar hasta cierto punto un tanto ortodoxa, pues fue escrita para una época y un público; se trata de una comedia en la que van a ir desfilando personajes como a un chantajista sin escrúpulos, un criminal vividor, varios sospechosos, aunque en realidad, y como no podía ser menos, todos acabarán siéndolo; también hay un inspector de Policía que cree sabérselas todas, y un ayudante del inspector, cuyo mayor cometido parece ser leer periódicos; una pareja de maridos tarambanas, uno de nacimiento y el otro intentando serlo, con sus respectivas esposas, más o menos fieles, dentro de un orden, e incluso aparecerá a su tiempo alguna víctima. Se trata, pues, de una trama bien engarzada con la que el autor dejó patente su sello en el género de la comedia de mediados del pasado siglo, que tanto éxito tuvo por aquellos años.
Con su interpretación, el grupo de actores en su conjunto hizo pasar un buen rato al público, que era de lo que se trataba, por lo que fueron aplaudidos al final de la representación. Apenas abrirse el telón irán apareciendo unos personajes sacados de la clásica comedia de mediados del pasado siglo, que ahora cobran vida sobre las tablas, personajes cuya andadura inicia el clásico marido tarambana, mentiroso e imaginativo, un Simón Aldebert (Conrado Granado) que por ligar será capaz de cualquier cosa, aunque al final, como suele pasar, su gozo se quede en un pozo. Le acompañará en la aventura el eterno amigo, Enrique (Francisco Asensio), apocado y triste, pero que metido en harina será capaz de dar justa réplica a su socio de juergas en los momentos decisivos. Y si de maridos se trata, sus mujeres sabrán estar al quite en todo momento: ahí estarán Margarita (Mamen Sesé), esposa fiel de Simón, que despistada como ella sola, y bordando el personaje, que le va como un guante, sabrá salir airosa de cualquier trance, siempre acompañada por Brigitte (Cristina Pita), la eterna amiga de casa y veraneo y esposa de Enrique, que sabrá estar a la altura de las circunstancias.
Todos pensaban pasar unas maravillosas vacaciones en hotelito de la playa francesa, planificadas acorde con los intereses de cada cual, pero que a la hora de la verdad no pasarán de la esquina del barrio. Noemí (María Eugenia Segura) y Julio (Ezequiel Rey), son los vecinos de la familia Aldebert, eternos y enamorados novios que, una por sentimientos y otro por interés, serán la perfecta pareja en la que se pueden dar las historias más insospechadas, en las que se entrecruzan sentimientos e intereses. Un personaje de armas tomar, astuto y solitario, como es Dupont (Concepción Domínguez), pondrá el punto oscuro en la trama, que se irá aclarando poco a poco por mor de ese líquido elemento que es la leche, auténtica madre del cordero. Es digno de subrayar que meterse una mujer en el papel de hombre, y además hacer de “malo” en vivo y en directo, tiene su mérito. No podía faltar la gente del orden, como el Inspector Cerveille (Argimiro Bodego), un Hilario tan astuto en unas ocasiones como despistado en otras, dispuesto a cumplir con su deber a toda costa, un hombre a su úlcera pegado que será capaz de interrogar incluso al público para recabar información. El jefe, como no podía ser menos, estará acompañado de su ayudante, André, (Ángel Triviño), lector empedernido de periódicos y despistado, como corresponde a todo ayudante que se precie. La abuela de Noemí (María Teresa Lors), sabrá interpretar en todo momento su papel sin mover un solo músculo, como corresponde en semejantes casos.
Con los últimos decorados del recordado y añorado Juan María Van Drell sobre el escenario, la dirección de Ángela Guerrero y María Eugenia Segura, efectos especiales, música y sonido de David Gómez y teniendo a Candelas Pérez como apuntadora, “Usted puede ser un asesino” volvió a triunfar en Tres Cantos, como ya lo hiciera hace cuatro años, cuando fue interpretada por este Grupo Teatral La Estrella, que lleva trabajando ya 10 años sobre los escenarios tricantinos, en los que a lo largo del tiempo ha dejado constancia de su saber hacer como grupo de actores aficionados que sin embargo, como si de profesionales se tratara, ponen todo lo mejor de cada uno en cada obra que interpretan.
